Fecha
11 Dic 2025
Los académicos de la Escuela de Arquitectura profundizan en cómo transitaron de la idea de colonizar Marte mediante una impresora 3D, a crear una empresa de base científico-tecnológica que busca revolucionar la industria de la edificación. En este proceso, la creación de la primera impresora 3D de hormigón polimérico del mundo se instala como uno de sus logros.

Máfico es una empresa de base científico-tecnológica (EBCT), que impulsa la manufactura avanzada para una construcción sostenible. Así lo resumen sus directivos, los académicos de la Escuela de Arquitectura, Nicolás Cabargas y Diego Contreras, quienes además lideran los cargos de gerente de I+D y de gerente de producción, respectivamente. Como miembros fundadores y apuntando a la complementariedad del equipo de Máfico, también conforman esta empresa Arturo Torres, gerente comercial y Jorge Rodríguez, gerente general.

Máfico surgió en respuesta a los desafíos ambientales de las industrias de la construcción, minería y naval, vinculados a su alta resistencia a la compresión y su desempeño en ambientes altamente corrosivos.

De allí que su misión sea minimizar el impacto ambiental de la construcción, a través del desarrollo de soluciones innovadoras que utilizan manufactura avanzada y combinan la tecnología de vanguardia y el diseño inspirado en la naturaleza.

El objetivo final, aseguran, es “impulsar una manufactura avanzada y sostenible, que habilite formas de construir compatibles con una coexistencia armónica entre los distintos ecosistemas del planeta”.

Esta nueva forma de construcción, exponen, se traduce en beneficios ambientales —reducción de emisiones y uso de recursos—, sociales —nuevas formas de habitar y de diseñar infraestructuras— e institucionales —acceso a soluciones tecnológicas alineadas con metas de sostenibilidad y adaptación climática suscritas por nuestro país.

En esta entrevista, los académicos hacen un repaso de los orígenes Máfico y perfilan sus próximos pasos.

¿Cómo nace Máfico?

La iniciativa surge a partir de la idea de colonizar Marte mediante el uso de impresoras 3D que permitan construir con materiales vernaculares y cultivables en entornos marcianos. Este sueño dio origen a un proyecto de Título de Arquitectura en el que Diego Contreras fue co-guiado por Nicolás Cabargas y Arturo Torres para la obtención de su grado profesional.

Aunque se trataba de una propuesta no convencional que generó cierta resistencia en la Escuela de Arquitectura, el proyecto logró desarrollarse en profundidad, impulsando procesos de investigación aplicada para el desarrollo de nuevos materiales. A partir de este trabajo se formuló y adjudicó el primer fondo concursable FONDEF VIU, con el cual se consolidó el equipo y se desarrolló la primera versión de la máquina de impresión 3D para hormigones poliméricos. Posteriormente, se obtuvo un fondo de mayor envergadura (ANID Startup Ciencia), que permitió avanzar hasta un TRL 6, seguido de un fondo privado de aceleración de Hub Apta, denominado Apta Builder, con el que se profundizó en la transferencia tecnológica y el modelo de negocios. Más recientemente, se adjudicó un CORFO Crea y Valida, que permite continuar el desarrollo de la tecnología y fortalecer los procesos de transferencia y escalamiento.

¿Qué problema o necesidad motivó el desarrollo de esta innovación?

La industria de la construcción es responsable de alrededor del 40% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, mientras que la producción de cemento —componente esencial del hormigón— aporta aproximadamente el 8% de las emisiones antropogénicas de CO₂ a nivel mundial, lo que equivale a miles de millones de toneladas anuales. El Acuerdo de París y las metas de carbono neutralidad para 2050 exigen una transformación profunda de este sector hacia alternativas de construcción carbono-neutrales.

En este contexto, las disciplinas creativas-proyectuales y tecnológicas tienen un rol clave frente a la crisis planetaria, al posibilitar nuevas formas de habitar que regeneren ecosistemas y reduzcan impactos ambientales. Frente al peso de la construcción en las emisiones globales, la investigación en materiales sostenibles —como el hormigón polimérico—, combinada con técnicas de manufactura avanzada, permite diseñar y producir de forma más eficiente, con menos recursos y mayor adaptabilidad.

Esta convergencia entre diseño, tecnología y sostenibilidad redefine el rol de estas disciplinas, habilitando soluciones regenerativas, distribuidas y escalables que promueven una coexistencia armónica entre humanos, tecnologías y ecosistemas.

¿Cuál es la tecnología o innovación central del proyecto?

Máfico ha creado un dispositivo de impresión 3D innovador que integra microáridos y termoplásticos para producir hormigón polimérico con geometrías inspiradas en la naturaleza. La originalidad de la tecnología radica en la optimización morfológica de las estructuras, que permite reducir hasta un 70% la cantidad de material utilizado, empleando plásticos reciclados y prescindiendo de agua y cemento, lo que se traduce en menores emisiones y en una mayor sostenibilidad.

El material resultante presenta alta resistencia a la corrosión y es hasta 3,2 veces más resistente a la compresión que el hormigón tradicional, en línea con las propiedades avanzadas reportadas para hormigones poliméricos en la literatura especializada.

Desde el punto de vista disciplinar, la propuesta fusiona ciencia de materiales y arquitectura sostenible, impulsando la fabricación aditiva en la construcción.

Actualmente, se cuenta con una patente concedida por INAPI y en proceso de fases nacionales PCT, lo que respalda la originalidad de la invención y su protección internacional. En la etapa actual, se busca validar prototipos con resultados que demuestren menores emisiones de GEI y viabilidad comercial en entornos relevantes.

¿Qué diferencia a Máfico?

Máfico ha desarrollado la primera impresora de hormigón polimérico del mundo, protegida mediante una patente concedida por INAPI y en proceso de extensiones PCT, lo que asegura una protección a nivel internacional. Esta tecnología de impresión 3D permite construir morfologías optimizadas, inspiradas en la naturaleza, mediante termofusión de un compuesto de microáridos y termoplásticos.

El equipo cuenta con varios proyectos en curso orientados al desarrollo de productos y soluciones constructivas en un espectro amplio de hormigones poliméricos, no solo basados en plásticos reciclados, sino también en pasivos industriales que habilitan materiales circulares e incluso potencialmente biodegradables.

En esta línea, destaca la alianza con Anglo American, que obtuvo un importante reconocimiento nacional a través del XVI Reconocimiento en Innovación y Gestión en Sustentabilidad (RIGS 2025), por el desarrollo de un hormigón polimérico impreso en 3D a base de escoria de fundición y plástico reciclado. A ello se suma la reciente adjudicación de un CORFO Crea y Valida para el desarrollo de un hormigón polimérico compostable de alta capacidad estructural en base a lignina, lo que evidencia la proyección del enfoque circular y sostenible.

¿Qué desafíos del sector productivo, científico o social busca abordar Máfico?

A mediano plazo, Máfico busca revolucionar la industria de la edificación al habilitar la construcción de edificaciones de hasta dos pisos con una máquina desarrollada en Chile, promoviendo una construcción eficiente y sostenible mediante procesos de fabricación automatizada.

Mientras se abordan las brechas y restricciones normativas asociadas a la edificación, el plan de corto plazo se enfoca en la fabricación de piezas personalizadas de hormigón polimérico impreso en 3D para la industria minera y marina, especialmente adecuadas para ambientes de alta corrosión.

De este modo, Máfico pretende responder simultáneamente a desafíos productivos —aumentando eficiencia y reduciendo huella ambiental—, científicos —desarrollando nuevos materiales y tecnologías de fabricación aditiva— y sociales —aportando a una transición hacia infraestructuras más sostenibles y resilientes frente a la crisis climática.

¿Cómo se relaciona el proyecto con las necesidades de innovación a nivel nacional?

Chile enfrenta la necesidad de incrementar su inversión en I+D, que se sitúa en torno a 0,3–0,4% del PIB, por debajo de los niveles promedio de los países de la OCDE.

Al mismo tiempo, muchas de las industrias más productivas del país —y también de las más contaminantes— requieren invertir en soluciones que permitan transitar hacia modelos de producción sostenibles, en particular en el ámbito de la construcción y los materiales.

Existe, además, un fuerte impulso global en la industria de la impresión 3D y la manufactura aditiva, en la cual Chile, dadas sus condiciones geográficas y sus desafíos normativos, tiene la oportunidad de desarrollar soluciones disruptivas y posicionarse como referente regional. Máfico contribuye a esta agenda nacional al articular investigación aplicada, transferencia tecnológica y sostenibilidad, alineándose con las metas climáticas de largo plazo y las estrategias de descarbonización.

¿En qué etapa de desarrollo se encuentra el proyecto?

Actualmente, Máfico está desarrollando impresión 3d en distintos tipos de hormigones poliméricos, Hormigón polimérico circular a partir de residuos industriales incluidos pasivos mineros, hormigones poliméricos compostables en base a lignina, hormigones poliméricos ultra resistentes, entre otros.

El proyecto se encuentra transitando por un TRL 6 y con perspectivas hacia un TRL 7, mediante procesos de certificación y el diseño de pilotos que permitan validar productos específicos en entornos relevantes y cercanos a la operación real.

Esta fase es clave para demostrar la robustez de la tecnología, su desempeño bajo condiciones de uso reales y su viabilidad de escalamiento industrial.

¿Cómo proyectan las etapas venideras?

El foco principal es que el año 2026 sea un período de validación, avanzando en tres ejes fundamentales: I+D orientada al desarrollo de impresión 3D con nuevos hormigones poliméricos, incorporando composiciones materiales de alto valor agregado; Fabricación de la máquina a gran escala, que permita edificar o generar productos de escala industrial; Desarrollo de productos que habiliten la generación de ventas, consolidando algunos de los posibles MVP que se han estado diseñando.

Estos avances permitirán continuar con la hoja de ruta de largo plazo, orientada a evolucionar la industria de la construcción mediante manufactura avanzada sostenible, alineada con los desafíos climáticos y productivos contemporáneos.

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Para finalizar, al reconocerse como un proyecto pionero en materia de I+D+i de la UDP, en un contexto institucional históricamente más orientado a las humanidades y a la investigación base, el equipo de Máfico manifestó su compromiso con “la misión de visibilizar iniciativas de investigación aplicada que contribuyan a ampliar los horizontes de la Universidad hacia una institución de mayor complejidad, donde las disciplinas creativas tengan un rol central en la formulación de hipótesis disruptivas y soluciones tecnológicas de alto impacto”, concluyeron.

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