Portafolio Tecnológico
Existen componentes, partes y piezas de un violín que hacen que su construcción sea compleja y de alto costo. En respuesta a la demanda por instrumentos de bajo costo, el mercado se ha centrado en la construcción masiva e industrializada de violines, lo que ha generado problemas en la hechura y deficiencias en la calidad de los materiales y el sonido. Santiago Bravo, diseñador y ex alumno de la UDP, creó Mínimo, una forma más básica de violín como resultado de la eliminación de formas y adornos que dificultan su proceso de producción y no aportan a la calidad del sonido, para dedicar dichos recursos al uso de maderas nativas y componentes de alto estándar. El diseño y sistema constructivo consideran criterios de calidad en la experiencia y el sonido a una mayor accesibilidad.
Se estima que el mercado global de violín tenga un tamaño de USD$340,3 millones en 2022 y crezca a una CAGR de 2,3% entre 2022 y 2028, alcanzando los USD$388,9 millones al final de dicho periodo. Dentro de los principales factores de crecimiento se tiene la adopción de violines eléctricos y la adopción de violines por músicos no tradicionales como jazz, rock, country, hip hop, entre otros.
En promedio, el precio de los violines 4/4 más baratos en las tiendas de música de Santiago es de aproximadamente CLP$82.600. Esta cantidad representa casi un tercio (27,44%) del ingreso mínimo mensual actual (2019) en Chile (CLP$301.000).
Si bien se han generado políticas públicas con el fin de esparcir la interpretación musical en establecimientos educativos, la implementación de dichos programas depende de la iniciativa de cada uno de ellos (Mineduc, 2020). En aquellos casos en que un/a estudiante puede acceder a un instrumento musical, éste es considerado propiedad del establecimiento y entregado a modo de préstamo a cada estudiante, de manera que, en caso de egreso o cambio de institución, se pierde el instrumento y con esto, la posibilidad de continuar con el estudio.
La solución está enfocada en aquellas personas que quieren aprender a tocar el violín y tienen restricciones presupuestarias. También podría ser una alternativa para las instituciones educacionales tales como colegios, universidades, academias y escuelas de música para complementar su equipamiento instrumental y así poder incluir la enseñanza del violín o ampliar la cobertura de estudiantes.
TRL6
La tecnología se encuentra en un nivel de desarrollo correspondiente a un prototipo de alta resolución que ha sido validado por músicos y luthier. A pesar de cumplir con su función musical y con la calidad sonora, faltaría seguir trabajando en temas de diseño para poder definir ciertos detalles constructivos.
Patente de invención otorgada el 24 noviembre de 2022. Registro número 66358.