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11 Enero 2024
Nacida en una familia fuertemente vinculada al diseño, la académica de la Facultad de Arquitectura Arte y Diseño, Bernardita Marambio, ha desarrollado una línea de trabajo ligada al estudio de los descartes textiles y sus potenciales usos por medio de la creación de nuevos materiales. Así, en 2010, la diseñadora industrial de la Universidad Diego Portales creó un innovador proyecto: Demodé, iniciativa que, a partir de estos descartes aglomerados con un adhesivo natural, logra una alta versatilidad de resultados y resistencia física.
La académica también ha participado en diferentes proyectos ligados al mundo del diseño industrial como vitrinas, mobiliario y objetos, en donde ha trabajado con diferentes materiales y procesos. También se ha desempeñado como docente y, en la actualidad, es profesora titular de la Escuela de Diseño UDP.
En la siguiente entrevista, la profesional se refiere a su labor como investigadora, diseñadora y docente.
Mi interés por el diseño está muy vinculado a lo que vivía desde muy chica en mi casa. Soy la menor de cuatro hermanos y dos de ellos estudiaron diseño, por lo tanto, crecí en un ambiente donde el diseño era parte de mi vida cotidiana: las entregas, el trabajo con materiales, el desarrollo de conceptos y de formas. Fue de una manera muy orgánica la decisión de estudiar diseño y siempre se me entregó la libertad para desarrollar esta área en el colegio y en mi familia.
Demodé surge como una investigación realizada para mi proyecto de título el año 2009, bajo la tutoría de Mari Gálmez, mi profesora de título, que gracias a su taller pudimos conocer el mundo de los materiales, basados en materias primas poco convencionales. En ese año de investigación las cifras sobre este tipo de residuo eran muy difíciles de conocer, en Chile existía una mínima conciencia de lo que provocaba la industria textil y sus productos pre y post consumidor, por lo tanto, primero fue conocer los procesos, los componentes, las consecuencias y ver qué pasaba en nuestro país para detectar qué se podía hacer con eso. Mi idea era romper con la creación de seguir generando prendas y trabajar ligada a la moda, si no, reutilizar el material basado en sus propiedades. Hoy ya todo está desbordado, las montañas de textil de nuestro desierto son imágenes desgarradoras de la realidad en la que nos encontramos, urge una solución a nivel global. Se estiman 40 mil toneladas de textiles que terminan en Alto Hospicio para ser incineradas.
Demodé no sólo definió mi línea de trabajo en términos del uso de los materiales, me ha enseñado a consumir de una manera más consciente, a diseñar incorporando la sustentabilidad desde el origen, lo que para el momento donde estudié no era aún una condición que se le debía dar al producto, si no una cualidad que se le entregaba al final. Se me abrió un mundo donde se valora lo que se clasifica como residuo y por eso este proyecto nunca lo he podido soltar.
El diseño juega un papel fundamental en la evolución de la sociedad y en cómo se solucionarán los problemas en el futuro. Para mí lo más importante es que, como es una disciplina donde nacen nuevos productos, somos los que incidimos en cómo estos nacen y llegan al final de su vida útil. Por lo tanto, el diseño sostenible tiene la oportunidad y el desafío de mantener el equilibrio de nuestro ecosistema, utilizar conscientemente los recursos disponibles, aprovechar materias primas que no tienen valor, como los desechos, y tener como misión educar a los consumidores para que incorporen y valoren estos conceptos al momento de adquirir un producto.
Para crear un nuevo material se debe observar el mundo en el que vivimos y detectar una necesidad. Lo mejor es que todo lo que nos rodea se compone de materiales, nosotros mismos somos materia, entonces todo se puede observar desde ese plano y descubrir cómo podemos mejorar lo que nos rodea. Los procesos de investigación deben partir desde ahí, ser muy metódicos y a la vez experimentales, sin miedo al error, valorando el proceso, observando los diferentes resultados, haciendo que eso que nos rodea también nos dé respuestas y enseñe, por ejemplo, de procesos donde se resolvieron ciertas problemáticas al momento de producir. La nueva materialidad debe ser, ojalá, siempre mejor a lo que ya existe, desde su origen hasta su transformación en un producto.
Siempre le recomiendo a mis estudiantes que valoren los encargos y los ejercicios que se realizan en la Universidad, porque es ahí es donde aprendemos a observar, a abrir los ojos y a mirar desde diferentes puntos de vista lo que nos rodea, lo que nos afecta, lo que necesitan las personas. Que aprovechen que esta profesión nos permite trabajar de manera interdisciplinar y volvernos “expertos” en áreas muy diversas, donde siempre el diseño juega un rol fundamental. Los ámbitos prioritarios para los profesionales, en general, creo que deben ser siempre los 3 pilares que tiene la sostenibilidad, de mantener el equilibrio entre lo ambiental, lo social y lo económico.
Si, gracias a la adjudicación de un Fondo Seed de Factoría UDP hemos trabajado junto con el Observatorio Sistema Moda MODUS UDP y la Escuela de Ingeniería y Ciencias UDP, pudiendo profundizar y hacer un “upgrade” de lo ya investigado con Demodé. Este cruce ha sido muy importante porque el trabajo material empieza a tener diferentes miradas y aportes significativos que, sin duda, harán que este material tenga una proyección mucho mayor y resultados
Hasta el momento la línea de investigación que me tiene contenta y me acomoda es donde puedo estar experimentando con “las manos en la masa” para descubrir nuevas posibilidades en el mundo material.